29 de junio de 2011

Cuento plegable



Para el último módulo del diplomado realizamos una breve historia narrada sólo con imágenes donde el detonante, y concepto a desarrollar, fue una palabra elegida al azar. Mi palabra fue "nunca". 
Las cinco ilustraciones que componen este cuento fueron hechas con chapopote. Idealmente el cuento se desdobla para ir desentrañando la narrativa cuadro por cuadro, para que no se pierda en este soporte digital, la historia se lee de abajo hacia arriba.

Don Quijote vs. Titerero


Para el taller de acuarelas con Martha Avilés debíamos hacer una ilustración del Quijote.
En el capítulo XXVI de la segunda parte Don Quijote presencia una obra de teatro guiñol, durante el momento clímax de la obra un caballero y su damicela huyen de dos moros que han de capturarlos. Don Quijote, abstraído por la trama se levanta y vocifera:

– No consentiré yo que en mis días y en mi presencia se le haga superchería a tan famoso caballero y a tan atrevido enamorado como don Gaiferos . ¡Deteneos, mal nacida canalla; no le sigáis ni persigáis; si no, conmigo sois en la batalla!

Enseguida, Don Quijote se abalanza sobre el escenario y, a cuchilladas y espadazos, lo destroza por completo. 

"Gouache" se pronuncia "guash"



El taller de gouache con Enrique Torralba sí que me gustó y esa técnica sí que se las manejo con maestría, incluso puedo pronunciar la palabra (que es francesa) bien bonito.

Niños lobito


Para entrarle al color, he aquí la ilustración realizada en el taller de acrílicos con Felipe Ugalde (¡Jijos! Me gusta mucho el acrílico pero me cuesta mucho trabajo).
La idea era ilustrar algún personaje de circo. Recordé que en alguna visita a la hemeroteca leí sobre los famosos niños lobito, este fue el resultado. 
También hice a una mujer barbuda... Pero esa se las enseño después.

Scratch



Para el taller de scratch con David Lara hicimos dos ejercicios, uno premeditado y el otro partiendo del accidente. 
Mi primera ilustración fue un ajolote, especie endémica del lago de Xochimilco y dios de la mitología azteca (me enamoré de este animalejo así que, con seguridad, veremos otras ilustraciones posteriormente). La segunda, como dije, surgió del accidente y el resultado fue muy sugerente (aunque a cada quien le sugiere algo distinto). 

Manatí



Ilustramos el bestiario de Roxanna Erdman y a mí me tocó el manatí. Al principio no me gustó porque es un animal muy feo, pero le fui agarrando cariño cuando descubrí que en la antigüedad eran confundidos con sirenas. Estos son los tratamientos que hice con tinta lavable y estilógrafo.

En la bañera


Para el taller de grafitos con Rosario Valderrama debíamos hacer un retrato. Como el resultado fue muy simple decidí explorar otra alternativa e ilustrar esta imagen que, por alguna extraña razón, apareció en mi cabeza.

Cuentan que...

Cuando yo era pequeño decidí adornar la casa pegando todos mis dibujos con resistol sobre la pared.
Mirando en retrospectiva decidí volver a uno de esos placeres infantiles y ponerme a dibujar. La cosa no acabó allí, me inscribí al diplomado de ilustración que ofrece la Casa Universitaria del Libro y comencé a hacerlo de forma más disciplinada. 
Después de nueve meses de diplomado me hallé con un montón de dibujos muy diferentes y sin pared suficiente. Ingenuamente quería esperar hasta alcanzar un estilo que me definiera para empezar a mostrarlos, pero ya veo que eso quizás nunca llegue. 
Es así como inauguro esta pared (sin resistol) para que pase usted y la observe, la critique, le escupa y le vomite todos los adjetivos que desee. También puede decir cosas bonitas y, si algún dibujo le gusta, se lo ponemos para llevar.